lunes, 3 de junio de 2013

Last passenger


Acción británica.  No es como Duro de Matar, es un poco más lento, pero el argumento es más racional, los personajes parecen más creíbles y de todos modos, aunque no es el ritmo frenético de la acción hollywoodense, es realmente entretenida.

La historia de por sí atrapa, la idea de quedar atrapado en un tren en peligro, sin tener cómo escapar, siempre resulta interesante.

En este caso Lewis (Dougray Scott), un médico viudo que viaja junto a su hijo de 7 años Max (Joshua Kaynama), resulta atrapado en un tren que no se detiene, junto a otros cuatro pasajeros.

El tono romántico lo pone Sarah (Kara Tointon), quien resulta entenderse muy bien con Lewis, y tras la aventura, pareciera que se conocieran de toda la vida... ahhh el amor.

Es interesante que el villano es lo que llamaríamos en buen español, tácito, pues aunque existe, conduce el tren sin detenerlo, poniendo en riesgo su vida y la de los últimos pasajeros, no es un personaje de la historia.  Todo el peso de la película descansa en esos pasajeros atrapados y en su lucha por buscar una salida a la aparente muerte inminente que les espera.

El tren, uno de cercanías que acerca las ciudades cercanas con Londres, es toda una joya, por su antigüedad, lo cual pone peligros y dificultades adicionales a la trama, con lo que somos capaces de medir la astucia de los personajes.

No hay ningún Macgyver, por lo que es todavía más emocionante como la tensión sube cada vez que alguna de las soluciones propuestas falla.

Realmente disfruté la película, no dará para un Oscar, pero es mucho más inteligente que las normales de este género y eso se agradece.



No hay comentarios:

Publicar un comentario