jueves, 6 de junio de 2013

My awkward sexual adventure


Vaya historia nos regalan estos canadienses.

La película inicia cuando Jordan (Jonas Chernick) le está practicando sexo en la posición del misionero a su novia Rachel (Sarah Manninen) quien, ante lo novedoso de la situación, se queda dormida, al punto de roncar y toda la cosa.

En un arranque de creatividad para no perder a su novia, Jordan le pide matrimonio, ante lo que Rachel le suelta la sopa, como dicen los mexicanos, le dice que no puede casarse con él, porque es el peor sexo que ha tenido en su vida, bueno y suelta otras perlitas más.

Jordan desesperado busca ayuda para mejorar sus habilidades sexuales y recuperar a Rachel, encontrándose con Julia (Emily Hampshire), una desnudista, que se ofrece a servirle de tutora a cambio de que Jordan le ayude con sus finanzas, aprovechando que es contador.

Las locuras que se desarrollan mientras unos y otros hacen de las suyas, son de destornillarse de la risa.  Esta comedia no solo es de primera calidad, sino que al final trata un tema que está presente en las relaciones de millones de parejas en el mundo.

No solo el hecho de que Jordan no tenga idea de como complacer sexualmente a su pareja, sino que Rachel tampoco pueda transmitirle a su novio, lo que siente y lo que le gustaría sentir, sin agredirlo verbalmente.  En algún momento de la película, nos enteramos que Rachel tiene más de un año de no tener un orgasmo, a pesar de que cada vez que Jordan se descuida, tiene sexo con el primer ser viviente que encuentra enfrente.  La ignorancia sexual de la sociedad moderna es pandémica y esta película nos pone en pantalla una realidad que casi nunca enfrentamos como se debiera.

El desenlace es maravilloso y le añade un toque de romance a la trama, que termina de redondearlo.

Excelente película, la disfruté de cabo a rabo, literalmente.

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