domingo, 15 de septiembre de 2013

Jobs


Empiezo por la parte más cuestionada de la película:  Ashton Kutcher en el papel de Steve Jobs.  A mi me pareció una excelente actuación, se metió muy bien en el papel, incluso físicamente el parecido es sorprendente.

Pasada la tormenta, pues vamos a la película.

Jobs en realidad no nos cuenta la historia de Steve, sino la historia de Apple.  Desde sus inicios en la cochera de su papá, junto con Steve Wozniak (Josh Gad), hasta la presentación del iPod en el 2001.

Nos da una mirada interesante sobre todo lo que es ya conocido, los inicios, los primeros éxitos, Apple II, Macintosh, el despido de Steve, su reingreso, las nuevas Apple.

Debajo de la historia conocida, nos cuenta de una forma muy ligera lo difícil que es mantener una compañía, cuando quien la fundó, quien la soñó y quien representa su vida, no es necesariamente su dueño y tiene que responder a una junta de accionistas, que no tienen interés en los ideales que la fundaron, sino en ganar dinero, aun a pesar de esos ideales.

Pero me queda con una deuda enorme.  La misma historia de la empresa es revisada de forma muy superficial.  Y lo que más extrañé es adentrarme en la vida de Steve Jobs, en sus sufrimientos, sus alegrías, sus impulsos.

De pronto lo muestran como un ogro insensible y egocéntrico, que parece fue una de sus facetas, pero no pasan de ahí.  Incluso con su familia, nos muestran como renegó de su paternidad y de su hija, para luego mostrarlo con una vida familiar plena... y entonces, qué pasó, lo poseyó el espíritu de Martha Stewart?

Steve Jobs y Apple son actores principales de nuestra historia moderna y por eso, creo que merecían una historia mejor contada.



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