jueves, 26 de septiembre de 2013

The Lucky One


Sic transit gloria mundi
Toda la gloria es efímera

Con semejante frasecita tatuada en la espalda, Logan (Zac Efron), un soldado desplegado en Irak, se acerca a un montón de escombros, donde cree ver algo, encontrándose la foto de una joven mujer.  En ese momento, una bomba explota justo donde estaba sentado con sus compañeros, matándolos a todos, menos a él.

Tras terminar su servicio, regresa a casa de su hermana, donde encuentra un ambiente poco amigable, muy común cuando regresa un soldado de la guerra y nadie en casa sabe qué hacer con él, como si fuera la urna que contiene las cenizas de un muerto: ¿dónde ponerlo?

Logan entiende pronto que ese no es su lugar y decide partir, junto con su perro Zeus, en busca de la misteriosa mujer de la foto.  Por esas cosas de las películas de las que es mejor no cuestionarse para poder disfrutar el resto de la historia en paz, viajando a pie, encuentra un pueblo alejado en el que el rostro de la foto tiene nombre:  Beth Green (Taylor Schilling).

Beth vive con su abuela Ellie (Blythe Danner) y su hijo Ben (Riley Thomas Stewart), donde dirigen un hogar para perros, donde los entrenan y los cuidan cuando sus dueños están de viaje.

Logan trata de explicar a Beth cómo llegó al lugar, pero una confusión lleva a otra y termina contratado como ayudante del Hogar, para pronto terminar enamorado de Beth, lo cual les trae a todos un huracán de problemas, en la figura del padre de Ben, exesposo de Beth, quien no solo sigue enamorado de ella, sino que la considera de su propiedad.

Es una película hermosa, la exposición de los personajes está muy bien trabajada, se entiende lo que los mueve, se vive con ellos las frustraciones que los detienen para ser felices.

No creí que me gustara tanto una película de Zac Efron, talvez ayudó que tenga cara de adulto y ya no use el pelo teñido de rubio, pero esta realmente me gustó.



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