jueves, 28 de noviembre de 2013

The Hunger Games: Catching Fire


Está bien, reconozcamos para empezar, que esta, igual que la vampírica, es una trilogía pensada para adolescentes, con una historia de amor juvenil que se sobrepone a lo que sea.  Pero igual me atrapó.  Lo hizo desde que leí los libros.  Y las películas no han estado mal.

Esta segunda entrega nos devuelve a los protagonistas iniciales: Katniss (Jennifer Lawrence), su enamorado Peeta (Josh Hutcherson), su beodo guía Haymitch (Woody Harrelson), su némesis el presidente Snow (Donald Sutherland) y el resto de la tropa, días después del fin de los 74vos Juegos del Hambre.

Katniss sigue en shock por lo vivido y no entiende bien qué hará con todo lo que vendrá.  Ahora tiene una casa lujosa, bien equipada, con todos los bienes que necesita para ella y su familia, en un barrio exclusivo para ganadores de los juegos.  Junto a su casa está la de Peeta, que vive solo y hornea pan por hobbie y la de Haymitch, que me recuerda mucho a la Cantina La Flota, pero con todas las botellas vacías.

El acto de rebeldía que doblego al sistema, permitiendo que Peeta y Katniss salieran vivos juntos, cuando debió salir solo uno de ellos, no ha pasado por alto en El Capitolio, sede de gobierno de Panem, pero tampoco entre la gente semi-esclavizada de los distritos, que han tomado a Katniss como símbolo de la resistencia y como esperanza de poder librarse algún día del control de Snow.

El Presidente hace una visita sorpresa a Katniss en su casa, en el Distrito 12, dejando claro que su comportamiento afectaria también a su familia y a sus seres queridos, con lo que la compromete a hacer el viaje de la victoria por los distritos, comportándose como una marioneta del gobierno.  Su actuación no convence a la gente que igual se sigue levantando en rebelión, por lo que, con motivo de los 75avos Juegos del Hambre, se solicita como tributos a dos de los ganadores anteriores de cada distrito.

La película se desarrolla con Katniss y Peeta otra vez en pie de lucha para salvar su vida y realmente la acción es muy atrayente, los efectos muy bien logrados y la tensión es la necesaria para mantenerte expectante.

Me gustó la segunda entrega, más que la primera, sin embargo, al igual que aquella, creo que la adaptación del libro quedó con una deuda enorme.  El juego de poder que presenta el libro, entre Snow y Katniss, que es la línea narrativa más importante de la trilogía, se diluye casi hasta la extinción en la película y se extraña frente a los tramas secundarios, como la famosa historia de amor de los protagonistas.  Pero igual la disfruté.