domingo, 4 de agosto de 2013

Seance: The Summoning


Seance es como se conoce a lo que en español llamamos 'sesión espiritista', o sea, un grupo de gente sentada alrededor de una mesa, tomados de la mano, convocando a un espíritu.

Pues en esta sesión participan cuatro jóvenes:  Joey (Bobby Campo), Eva (Nazneen Contractor), Marcus (Chris Olivero) y Sara (Devon Ogden).  Eva dirige la sesión, ya que tiene un origen supuestamente cubano, ligado con la santería y su abuela era una oficiante de esa religión.  Por su parte Sara es una cristiana probablemente católica y al parecer muy creyente de su fe.  Joey, novio de Eva, es el descreído, que apostó con su novia para que hicieran la sesión y si nada sucedía, él demostraría que la vida es lo que los existencialistas creen:  el espacio entre el nacimiento y la muerte, sin nada más.  Por último, Marcus es oficial de seguridad de la morgue, y además quiere hacer un documental de la sesión, que se realiza en su 'lugar de trabajo', en medio de ataúdes y muertos.

Una vez que comienza la sesión, Eva entiende que hay un espíritu oscuro en el lugar y propone cancelar el acto, pero ante el reto de su novio, acepta continuar, advirtiendo que una vez que se abra el vínculo con el 'más allá' no puede romperse o quedará abierto.  Ella no sabe que Joey ha cargado con una presencia durante toda su vida y ha requerido ayuda psiquiátrica y medicación para dejar de oir 'voces tormentosas', de ahí su falta de fé en todo, ya que liga las creencias por espíritus con una 'enfermedad' que estima curada.  Pues al iniciar nuevamente la sesión, Joey siente la voz con fuerza, se asusta, rompe el círculo y permite que el espíritu, que luego entienden es un demonio poderoso, se apodere de su cuerpo.

La película difiere del género en que al final los intentos exorcistas los realizan los mismos muchachos, a falta de sacerdotes u otras autoridades en la materia.

No está mala, pero a veces rayan en la propaganda, como cuando ponen anuncios de Coca-Cola en las películas de acción, solo que aquí es propaganda católica.  Es más, si no fuera porque el tratamiento del catolicismo raya en la herejía, hubiera jurado que Ratzinger mismo había colaborado con el guión.

Mi decepción mayor es que llegué a esta película porque estuve viendo la serie de ABC Kyle XY, que debido al abrupto final de su tercera temporada, cancelada por la cadena a destiempo, me provocó conocer más de lo que han hecho sus actores, y me intrigó mucho el caso de Chris Olivero, que desde que se canceló la serie en el 2009, lo único que ha hecho es esta película y realmente pasa sin pena ni gloria, su actuación insípida y su personaje totalmente prescindible... no entiendo que pasaría por la cabeza de su agente.

Está entretenida, si no hay nada mejor que hacer y nos sobran palomitas y refresco.



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