sábado, 31 de julio de 2010

Westbrick Murders




Que poco de sangre. En una mezcla de acción en vivo e imágenes animadas, esta peli cuenta una historia sangrienta, de una pareja - Bill y Barbara - de asesinos en serie y el policía/vengador que los persigue (Matthew).

El acento inglés de irlanda, siempre me ha sonado bien, por lo que me hizo disfrutar los escasos diálogos.

La idea de la venganza no deja de ser atractiva. Cuántas veces no habré imaginado posibles finales a enfrentamientos imaginarios que nunca llegué a tener, en los que vengaba las ofensas que creí me hacían en el día a día. Siempre terminaba siendo el héroe de esos encuenros oníricos. Ver que alguien toma esos deseos insatisfechos y los persigue y los cumple a cabalidad, literalmente hasta la última gota, es realmente llamativo. Matthew no permite que los valores o principios, que la ética o la moral, le impidan vengarse. La misericordia no existe en esta película.

Me gustó mucho, ¡pero como hay sangre! Aquí es donde se agradece que este tipo de películas sean filmadas con colores oscurísimos, porque aquel poco de sangre en rojo fosforescente, seguro te deja ciego.

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