domingo, 22 de agosto de 2010

Werewolves: The dark survivors


Parece que los hombres lobo, están de moda. Sin embargo, esta película la terminé por pura disciplina. No es realmente entretenida, es muy, muy, pero muy lenta (¿mencioné que es muy lenta?) y en realidad no logra atraparlo a uno en la trama.

Al principio es más una suerte de simulacro de documental y luego, en el último tercio, la historia da un giro que permite que uno no se duerma, básicamente gracias a la familia loba que se encuentran los protagonistas y a toda la acción que circunda dicho encuentro.

Un poco al estilo de Stephanie Meyer, que trata de brindarnos información diferente de los vampiros a la que por siglos se ha manejado, en esta historia sitúan el nacimiento de los hombres lobo en Finlandia, lo señalan como una enfermedad congénita de la sangre y establecen su llegada al continente americano por vía vikingos, antes del descubrimiento de Cristobal Colón.

Requieren tanta sangre para sobrevivir, que cuesta no creer que son vampiros peludos y utilizan la famosa "Wolvesbayne", planta que se menciona en otras películas del género, como una medicina experimental para evitar la severidad de los episodios de transformación.

En general, mucha información presentada de un modo poco atractivo. Me aburrí severamente. A ver que me encuentro ahora, para quitarme el sabor de la pupila... :)

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