domingo, 1 de agosto de 2010

Where in the world is Osama Bin Laden?


Que documental más loco. Me encantó. Morgan Spurlock ya antes nos había traído 'Supersize-me', donde puso los puntos sobre las íes en el tema de las comidas rápidas y la obesidad en la gente joven. Pues ahora tampoco defrauda, acercándonos a un tema que ya es complicado: la guerra santa contra el terrorismo.

Spurlock va más allá de la simple investigación documental y formulación de ideas o hipótesis a la ligera, nos lleva con él a la zona del conflicto, a Oriente Medio, y nos permite conocer esa otra parte que rara vez vemos en TV: la gente común, los que sufren en su propia carne, los efectos de guerras y de terrores.

Particularmente dos partes del documental me dejaron muy impactado: cuando visita Palestina, y se pregunta, al igual que lo hago yo, cómo alguien puede vivir en las condiciones en que vive esta gente, olvidada por el mundo y asediada por el ejército hebreo un día si y otro también; la otra fue cuando visitó Israel y enfrentó la reacción airada de los judíos ortodoxos, que incluso quisieron agredirle, haciéndose necesaria la participación de la policía... inexplicable.

Es increíble como uno puede sentarse frente al televisor a ver un partido de futbol, comiendo papas y tomando cerveza, cuando tantas cosas pasan a nuestro alrededor. No solo la trágica realidad de la gente de Afganistán, de Palestina o del resto de zonas ocupadas en Israel, sino lo que pasa fuera de nuestra misma casa, con los niños en la calle, prostituyéndose o accediendo a la delincuencia como medios de vida, la gente en las garras de las drogas o quienes ya no saben como soportar la vida de pobreza extrema que llevan. Eso pasa ahí, en el barrio junto al nuestro, en las calles que caminamos a diario... ahí donde cerramos los ojos para que no se nos lastime el alma y así poder seguir obviando nuestra responsabilidad.

Al igual que Morgan, uno también puede hacer algo. Talvez no tengamos los medios para hacer una película, pero si tenemos los necesarios para interesarnos, para opinar, para pedir cambios, para unirnos a campañas que hagan la diferencia. El poder de uno, no debe subestimarse.

Altamente recomendado. Me encantó de principio a fin.

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