viernes, 7 de junio de 2013

Behind the candelabra


Aunque originalmente esperaba ver la representación de la vida de Liberace, de Wladziu Valentino Liberace, el gran showman del piano, mi primer decepción fue que la película en realidad se basa en un libro del mismo nombre, que narra la historia de uno de sus más famosos amantes.

Mi segunda decepción, o más que eso, el siguiente shock, fue ver a Michael Douglas y Matt Damon en una relación homosexual casi explícita.  Nunca me preparé para algo como eso.   Es como ver a Jason Bourne sosteniendo relaciones sexuales con Jack Colton.  Todo me hizo cortocircuito.

Bueno, pero tras las primeras impresiones, hice mi mejor esfuerzo por darle una oportunidad a la película.  De verdad lo hice.

Pero no fue posible.

La película nos vende una historia casi de romance hollywoodense, en la que Scott Thorson (Matt Damon), un joven de origen rural, que trabaja con animales, conoce a la super-mega-estrella Liberace (Michael Douglas) quien le embauca para convertirlo prácticamente en un juguete sexual más de su mansión.

Por momentos la historia trata de hurgar en los verdaderos sentimientos de Liberace por Scott, pero se queda en el intento, lo cual es lamentable, porque la idea que al final propone de que Scott casi que fue pervertido para luego ser olvidado y presentarse como el amante abandonado por el astro, es tan poco creíble y tan caricaturesca, que le resta toda la credibilidad que uno pudiera darle a la película.

No se cuál sería el resultado de ventas de la biografía de Scott en la que se basa la película, pero realmente yo no hubiera podido leer un libro con una historia tan patéticamente montada.

De todos modos hubiese preferido mil veces que me contaran de verdad la historia de ese gran artista.  Siempre he querido que me enseñen sus memorables shows, sus entradas llenas de glamour y de creatividad, verle volando por el escenario para aterrizar en el piano y sobre todo, verle y oírle tocar, porque al final, Liberace fue un virtuoso del piano, que quiso sacarle el jugo a su destreza y a su don, dándole la espalda a una vida de teatros y óperas, en la que de seguro hubiera triunfado, para abrazar el histrionismo que le picaba el corazón en cada momento.  Ese Liberace no está en la película, solo está un patético dibujo mal hecho de alguien que creo no merece el trato que se le dio.

La película definitivamente no me gustó.



No hay comentarios:

Publicar un comentario